¿CÓMO SE PROTEGEN LOS ARGENTINOS ANTE EL DELITO?

Las preocupaciones sobre la seguridad impactan de muy diversas maneras en la vida de los ciudadanos. En la medida en que las personas se perciben vulnerables, ya sea a sí mismas o a su entorno familiar, tienden a tomar medidas orientadas a la prevención y protección frente al delito. Estas acciones, suelen diferenciarse entre aquellas relacionadas con la instalación o implementación de medidas de seguridad, y aquellas que implican cambios en los comportamientos rutinarios.

Las acciones relacionadas con la implementación de medidas de seguridad (normalmente barreras físicas y elementos de monitoreo y control), se dirigen a impedir o disuadir el accionar de los delincuentes y generalmente se implementan a nivel del hogar.

Otro de los efectos que produce la preocupación por el delito es el cambio de ciertos hábitos o comportamientos, orientados a disminuir la propia vulnerabilidad percibida o la del grupo familiar. Dado que por lo general se caracteriza al delito como un fenómeno urbano, la mayoría de los cambios de hábitos se relacionan con conductas de evitamiento de ciertas actividades relacionadas con el espacio público. Estas conductas terminan teniendo consecuencias para el individuo, en cuanto limitan sus derechos al uso del espacio público, y para la ciudad, en términos de deterioro de la calidad de vida urbana.

 

Medidas de autoprotección

 

El 85.4% de los hogares del país cuenta con alguna medida de seguridad o sus moradores han tomado alguna medida para autoprotegerse, ya sea la instalación de puerta blindada o cerraduras especiales, rejas en las ventanas, alarma, alambrados, reja perimetral o muros altos, o cámara de seguridad. O bien tienen un perro guardián, han contratado un servicio de seguridad privada o un seguro contra robo, mantienen acuerdos con los vecinos para vigilancia barrial, o incluso tienen un arma de fuego. La jurisdicción con menor proporción de hogares con medidas de seguridad es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (73.2%), lo que podría explicarse a partir del predominio viviendas más seguras por su tipología (edificios de propiedad horizontal).

Se observa particularmente en CABA la predominancia de medidas de seguridad de tipo tecnológico o que implican un costo por la provisión del servicio (cámaras de seguridad, servicio de seguridad privada o seguro contra robo), y lógicamente una menor proporción de hogares con perros guardianes, alambrados, rejas perimetrales o muros altos. Se destaca en el extremo opuesto la Provincia de Mendoza, en la que el 94.6% de los hogares cuenta con alguna medida de protección. 

Las medidas de autoprotección más usuales a nivel nacional son la colocación de rejas en las ventanas (62.4% de los hogares) y los alambrados, rejas perimetrales o muros altos (40.6%) y la tenencia de un perro guardián (37.1%).

Un 3.9% de los consultados manifiesta tener un arma de fuego en el hogar como medida de protección. Esa proporción es significativamente menor en la Provincia de Córdoba (2.4%), y muy alta en la Provincia de Corrientes (6.7%). En ninguna jurisdicción este indicador es menor al 2.0%.

   

En cuanto a las medidas relacionadas con la prevención comunitaria, el 19.5% de los consultados manifiesta tener acuerdos con sus vecinos para la vigilancia barrial. Los hogares en los que los vecinos están organizados para autoprotegerse representan el 15.7% en la Provincia de Córdoba. Las jurisdicciones con mayor proporción de esta medida de protección comunitaria son Neuquén (34.3%), Mendoza (29.6%), Misiones (25.7%) y Chubut (24.8%).

Cuando se consulta sobre el momento de instalación de tales medidas de seguridad en los hogares, el 15.5% de los consultados dice haberlo hecho en el último año. Las medidas de seguridad más implementadas durante el año 2016 a nivel nacional son los acuerdos con vecinos para la vigilancia barrial (17.1%), la instalación de cámaras de seguridad (16.2%) y la instalación de alarmas (13.2%).  

El cuestionario de la ENV 2017 consulta también sobre el costo de instalación o uso de esas medidas de seguridad durante el año calendario anterior. Es una pregunta de suma importancia dado que, junto con la cuantificación del valor de los bienes sustraídos, permite estimar el costo de la inseguridad para los hogares. Lamentablemente el diseño del cuestionario sólo permitió preguntar por el costo por la implementación o uso de aquellas medidas instaladas durante el año 2016, no así por aquellas que pudieron estar en uso (implementadas) pero que habían sido instaladas con anterioridad.

Hecha la salvedad anterior, se observa que, en promedio, a nivel nacional, se gastaron anualmente $9.766 pesos en cada hogar –los que implementaron alguna medida- en concepto de medidas de prevención por las medidas implementadas o usadas durante todo el año 2016. Ello implica el 4.52% del ingreso promedio de los hogares argentinos para ese año . La provincia con mayor costo anual por de medidas de protección por hogar fue Entre Ríos ($21.660) y la que tuvo menor costo, San Luis ($5.981).

 

 

Cambio de hábitos

Las tres medidas de autoprotección más frecuentes de la población a nivel nacional son: dejar de permitir que los hijos menores de edad salgan solos (58.4%), dejar de llevar mucho dinero en efectivo o tarjetas de crédito o débito (56.4%) y dejar de llegar muy tarde a casa o dejar la casa sola (49.9%). En general, la mitad o más de la población manifiesta haber tomado esas medidas durante el año 2016.

La Provincia de La Pampa muestra la menor proporción de personas que han cambiado sus hábitos para protegerse de la inseguridad, mientras que Tucumán es la jurisdicción en que estos comportamientos son más frecuentes. Ello coincide, como es de esperar, con los niveles de percepción de inseguridad en ambas provincias.